viernes, 14 de noviembre de 2014

Nosotras 5










5


Tenía la impresión de que el mundo andaba bien, que las cosas estaban en su lugar, que el día de mañana era previsible, que su certeza se mantenía gracias a la solidez de un orden antiguo. Me enteré tarde de que uno no sólo no conoce, sino que tampoco imagina el verdadero tramado de la realidad.

Hay seres que con su presencia o con su ausencia, nos acompañarán el resto de los que nos queda de vida. Sabía que con Marga era así, desde siempre.
Me anima la seguridad de que si miro hacia atrás y contemplo lo nuestro, esa visión no me llevará a decir que fue un error, como sobre tantas historias es lo único que me viene a la boca. Diré que lo nuestro fue un hallazgo. Y lo repetiré, con el paso de los días, con mayor intensidad.


Cada casa es un mundo. Las parejas pueden mantenerse en el tiempo, en esencia, por dos motivos; ambos están por encima de los otros. Un intenso amor, que supera día a día las diferencias, o un formidable odio y rencor, que se hizo con lo que era ese amor y lo mutó en un caldero. Cada una de estas pasiones puede ligar a las personas hasta exhibir lo mejor o lo peor de cada una de ellas, sin que en esa locura ninguna sea consciente de lo que siente hacia la otra, ni de lo que le sucede. Pero lo nuestro deshizo ese molde.



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